miércoles, 27 de noviembre de 2019

110 historias del Levante U.D.

110 HISTORIAS DEL LEVANTE U.D.
José Vilaseca Haro



Hace pocos días, nuestro colaborador de este blog José Vilaseca, realizó la presentación de su último libro '110 historias del Levante U.D.', en donde en 242 páginas, hace un repaso a la historia del club íntimamente relacionado con el Marítimo, en forma de relatos cortos cercanos, repasando hechos y personajes.

Sinopsis:
¿Y dices, abuelo, que tuvimos un entrenador-jugador al que llamaban Trencatobillos? ¡Y tanto! Juanito Puig, un fenómeno. Aunque no envió a nadie a la caseta con el tobillo en la mano... ¿Fue el que dio el centro con el que ganamos la Copa de la República? ¡No, hombre, ese fue Agustín Dolz! Por eso, en el fondo, gritamos: ¡Bombeja, Agustinet! Menudos jugadorazos, ¿siempre ha sido así? Uy, no creas. Hubo uno, que acabó comiendo chupa-chups, que casi nos arruina. ¡Y otro que se comió un supositorio! ¡Eso te lo ha contado tu padre, que es choto! También me ha dicho que jugasteis un año en Mestalla... Y así, anécdota tras anécdota, se acercan al estadio. Ciento diez años de yunque de la adversidad, de senda de los elefantes, que se borran de un plumazo cuando ese niño sonríe al escuchar las historias que le cuentan, y que forman parte de una Historia mucho más grande y fascinante. Bienvenidos a 110 historias del Levante U.D.

¡¡¡ENHORABUENA!!!

lunes, 25 de noviembre de 2019

El aeródromo de la Malvarrosa

EL AERÓDROMO DE LA MALVA-ROSA
Por Toni Sanchis

Difícil de imaginar, pero un hecho completamente cierto: la Malva-rosa se constituyó en campo de pruebas para el desarrollo de lo que llamaban la nueva ciencia de la navegación aérea. Ningún terreno más a propósito en València que esos tres kilómetros de pista desierta sobre la arena de la playa.

Después del primer intento frustrado que Olivert hizo junto al cuartel de Paterna, con un aeroplano a la velocidad de 60 kilómetros por hora durante treinta metros, el primer domingo de septiembre de 1909, la considerada primera exhibición pública tuvo lugar en la Malva-rosa, a cargo del aviador francés Mr. Julien Mamet. Siendo profesor de aviación en la escuela de Pau, fue contratado por los organizadores de la Exposición Regional para hacer una exhibición en la playa de la Malva-rosa, el 23 de mayo de 1910.

A todo lo largo de la playa se había acondicionado una pista de vuelo, vallada por sus extremos y con un hangar a unos 500 metros del chalet de Blasco Ibáñez. Llegado el momento, Mamet se sentó a los mandos del aparato Bleriot XI, con fuselaje de tubos de acero y alas de tela en un bastidor con tirantes de madera de fresno, avanzando en dirección a Las Arenas. Se elevó con rapidez y suavidad y, al llegar a la altura del balneario, viró hacia la izquierda adentrándose en el mar y volviendo de nuevo hacia Alboraia donde viró de nuevo, sobrevolando el chalet de Blasco para enfilar la pista de "aterrage". La gente estaba realmente asombrada, y dedicó al piloto constantes y estruendosas ovaciones. Este primer vuelo duró unos nueve minutos. El monoplano de esta primera prueba aérea, con la que se estrena la aeronáutica en Valencia, se conserva todavía como una joya en el Museo del Aire, en Cuatro Vientos, junto al autogiro de La Cierva.

A estas exhibiciones siguieron otras, que cada vez eran seguidas con más interés por toda Valencia. Un punto culminante de estas exhibiciones fue el llamado raid aviatorio de 1911, organizado con motivo de la Feria de julio. El día 29, desde las cuatro de la madrugada empezó a llegar gente, pagando cinco pesetas por la entrada al recinto. De los tres participantes, el primero que emprendió el vuelo fue Le Lasseur, que, a los cien metros del inicio de la pista, situado junto al chalet de Blasco, se elevó majestuosamente, acompañado por los siseos y los gritos de admiración de la multitud. Los otros dos participantes no culminaron el raid, pero Le Lasseur pudo aterrizar en Alicante tras una hora y 50 minutos de vuelo. Al día siguiente, regresó a la Malva-rosa, empleando casi el mismo tiempo: una hora y 54 minutos.

A partir de entonces, y hasta la inauguración en 1932 del aeródromo de Manises, la playa de la Malva-rosa fue el auténtico campo de aviación de Valencia.

El que realmente dio vida al aeródromo de Malva-rosa fue Alfonso Alarcón Artal, con su biplano de segunda mano "Havilland Moth", a quien bautizó como "Avión Valencia". En Malva-rosa construyó Alarcón una caseta-hangar, desde la que emprendía, con su mecánico Fermín Llopis, vuelos de propaganda, festivales aeronáuticos y viajes como aero-taxi a Castellón, así como vuelos alrededor de la ciudad al precio de 25 pesetas. Solo o acompañado, si el tripulante tenía agallas, a Alarcón le gustaba dar pasadas rasantes por los Viveros los días de fiesta.

sábado, 23 de noviembre de 2019

Bocetos de las Fallas 2020

Los bocetos de las Fallas que vamos a plantar en Blocs Platja este ejercicio 2019/2020:

Falla Grande. Artista Rafa Cheli. Lema: "No me faronetges". Sección 4ªA

Falla Infantil. Artista Borja Lorente. Lema "El meu món". Sección 4ª

domingo, 17 de noviembre de 2019



Jugando a la tradición es el cartel diseñado por el estudio De Sobte (Alejandro Dobón y Luna Julián) para la XXX edición de Lo Cant de l'Estoreta del Marítim de la comisión de la falla Blocs Platja. Los propios autores nos explican el significado del mismo:

"En el cartel de este año queremos mostrar el contraste entre las tradiciones de toda la vida y la llegada de las nuevas generaciones.

Cuando nos plantearon realizar este cartel, nos era imposible no acordarnos de nuestros ensayos en la falla. A través de las ilustraciones de los niños queríamos recordar nuestros paseos para ver si podíamos arrastrar el carro que montábamos y las odiosas pruebas de vestuario para parecer de otra época, que al final siempre solucionábamos con la ropa vieja de nuestros abuelos.

Por todo lo anterior queríamos que el cartel transmitiera, la fiesta infantil de una forma divertida, los niños jugando que se apoderan de todo el espacio y del cartel, queriendo demostrar así, que ahora es su turno de tomar el mando de las tradiciones, de cuidarlas y respetarlas pero sin perder su esencia y dándoles un toque de actualidad.

Queríamos que el cartel tuviera su propia narrativa, que pudiera contar una historia. La historia de una infancia fallera."