EL NOMBRE DEL CANYAMELAR
Por
Toni Sanchis
Cabanyal,
Canyamelar y Cap de França son tres nombres que, junto con Beteró, Malva-rosa,
Grau y Natzaret, forman el distrito de los poblados marítimos. Pero durante el
siglo XIX, de 1836 a 1897, contando como primer alcalde con Francisco Cubells,
Cabanyal, Canyamelar y Cap de França formaron un único pueblo, con el nombre
unitario de Poble Nou de la Mar, con plena autonomía municipal, y conocido en
su conjunto como Cabanyal. Pero, en 1897, Poble Nou de la Mar perdió su
autonomía municipal y fue anexionado a València.
Es fácil
deducir que el nombre del Cabanyal le proviene de las innumerables barracas
(chozas o cabañas) que constituían las viviendas más usuales.
Lo que no
está tan claro es el origen indiscutible del nombre del Canyamelar, pero vamos
a detenernos un poco para dar algunas pistas que nos aproximen a ese origen. El
famoso cronista de la ciudad de Valencia, Vicente Boix, dice en su obra Valencia histórica y topográfica que el
nombre procede de la palabra canyamel,
o caña de azúcar, que durante una larga época se cultivaba allí. Esa afirmación
tan sugerente no está demostrada al cien por cien porque en la zona no se han
encontrado restos de ese cultivo, ni en los archivos hay indicios del comercio
de esa caña de azúcar, cuyo cultivo estaba desarrollado en la comarca de la
Safor y no en la ciudad de Valencia. Quizá se tratara de un cultivo esporádico
y de poca importancia, señalando posibles cañares que crecían a lo largo de las
acequias y tuvieran una difusión muy limitada.
De todos
modos, esa primera afirmación de Vicente Boix es la que más parece acercarse a
la realidad, y está ampliada en una obra suya bastante desconocida, que ha
sacado a la luz el arquitecto Tato Herrero; se trata de la novela OMM-AL-KIAM o La expulsión de los moriscos,
en la que desarrolla la idea. Éste es su texto:
[Desde el
Rihuet] “y hasta la orilla de la otra acequia denominada de Gasch o de Gas, se
extendían magníficas plantaciones de caña de azúcar, semejantes a las de la
huerta de Gandía, a cuyo cultivo se dedicaban los moriscos, si bien perdió
mucho su valor desde el descubrimiento de la América. Desde la acequia de Gas
hasta un punto quo, por su apartada extremidad, recibió el nombre de Cabo de
Francia (Cap de França), habitaba una gran población morisca dedicada al
cultivo de las cañas, que desde antiguo constituía el patrimonio de numerosas
familias.”
“La sección
de las plantaciones conserva el nombre de Cañamelar, o tierra de cañas dulces
(cañamel, en valenciano), y la segunda de las chozas el de Cabañal.”